Ocho niños y una mujer fallecieron por intoxicación, después de comer tortuga marina en la isla Pemba, parte del archipiélago de Zanzíbar en Tanzania. Según las autoridades locales, otras 78 personas fueron hospitalizadas como consecuencia de este incidente, reportó el Diario de Sevilla.
El doctor Haji Bakari, funcionario médico del distrito de Mkoani, informó que la víctima adulta es la madre de uno de los niños fallecidos también.
El consumo de la carne en cuestión tuvo lugar el martes anterior al trágico desenlace, confirmado por pruebas de laboratorio que señalaron que todas las víctimas habían ingerido carne de tortuga marina.
Este lamentable episodio no es un caso aislado en la región. En noviembre de 2021, siete personas, incluyendo un niño de tres años, perdieron la vida tras consumir carne de tortuga venenosa en Pemba. Además, al menos 38 personas fueron hospitalizadas pero lograron sobrevivir.
El quelonitoxismo, como se conoce a esta forma de intoxicación alimentaria, es causado por el consumo de carne de tortuga marina contaminada con quelonitoxinas, sustancias que se acumulan en algas que las tortugas ingieren, sin afectarlas directamente. Esta intoxicación, según los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, se manifiesta inicialmente con síntomas gastrointestinales, seguidos de toxicidad neurológica, hepática y renal. Es poco común, si bien los niños son especialmente sensibles a ella.
Ante esta situación, las autoridades de Zanzíbar han enviado un equipo de gestión de desastres liderado por Hamza Hassan Juma, quien instó a la población a evitar el consumo de tortugas marinas como medida preventiva.
