Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, realizó 34 viajes con una empleada con la que estaba vinculado sentimentalmente y todo fue pagado con fondos de la Organización.
Los hechos salen a la luz mientras se esperan los resultados de la investigación interna que busca determinar si Almagro violó el código de ética de la organización tras tener un romance con una empleada mexicana, dos décadas menor que él.
De acuerdo a los documentos publicados por The Associated Press, los viajes fueron a Inglaterra donde Almagro dio una charla sobre América Latina, además de una conferencia con los editores de los periódicos de Colombia y un paseo a Miami en el que recibió el premio “Executive Mastermind Latino”.
Las erogaciones fueron encontrados en los informes públicos que presentó el Secretario General al Consejo Permanente de la Organización, información disponible en la página web de la OEA y salieron a relucir porque supuestamente la OEA se encuentra en una profunda crisis presupuestaria desde hace años, por lo que nadie se explica cómo al menos 21 de los 34 viajes fueron costeados por la Organización y el resto por los organizadores de los eventos a los que asistía.
Según los registros, el secretario general y la joven mexicana viajaron juntos al menos 15 veces sin ninguna otra persona del equipo de la OEA.
Luis Almagro no quiso declarar sobre el caso pero su vocero explicó: “No se violó ninguna regla de la OEA en ningún momento debido a las medidas que él y su equipo tomaron para garantizar que se cumpliera con todas las normas”.
Hace más de un año que Almagro está siendo investigado a puerta cerrada en la OEA por este romance con la joven ya que esto era un secreto a voces entre los empleados.
La investigación traspasó las fronteras y llegó hasta la mismísima oficina Oval en la que trabaja actualmente Joe Biden , el mayor benefactor de la OEA, y al poco tiempo se contrató al bufete de abogados Miller & Chevalier Chartered, para que llevaran a cabo la investigación.
Luis Almagro al conocer estas denuncias, negó rotundamente haber infringido las normas, explicó que no era el supervisor directo de esa empleada y que ella nunca recibió ningún beneficio de su cargo.
“Quiero en definitiva confirmar, reconfirmar y superconfirmarles que existía esa relación durante tres años. Nada de esto puede hacer cambiar mi visión de las instituciones y su funcionamiento y la responsabilidad que tenemos respecto a las mismas”, confirmó Almagro.