El sábado, el ejército israelí anunció que Irán había llevado a cabo un ataque con drones contra Israel, desencadenando una escalada de tensión en la región. Más de 100 aviones no tripulados fueron detectados en camino hacia el territorio israelí, lo que llevó al cierre del espacio aéreo de países como Irak, Jordania, Libia e Israel.
Según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, los drones tardarían varias horas en alcanzar territorio israelí. Las FDI se encuentran en alerta máxima y vigilan constantemente la situación operativa. Hagari hizo un llamado a la población para que siga las instrucciones del Mando del Frente Interior y los comunicados oficiales de las FDI.
En respuesta al ataque, Estados Unidos anunció su apoyo al pueblo israelí y trabajará junto a la defensa de Israel para interceptar los drones. Irán y su Guardia Revolucionaria confirmaron que iniciaron el ataque, denominado «promesa honesta», con la aprobación del Consejo Superior de Seguridad Nacional y bajo la supervisión del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas.
El ataque no se limitó a drones, ya que el movimiento libanés Hezbolá también bombardeó el norte del territorio israelí con cohetes, mientras que los hutíes de Yemen y grupos insurgentes chiitas afiliados a la Resistencia Islámica de Irak lanzaron misiles y cohetes contra Israel.
A pesar de la intensidad del ataque, las FDI informaron que casi el «99 %» de las amenazas aéreas lanzadas contra Israel fueron interceptadas. Además, se reportaron solo daños leves en la base aérea de la región de Nevatim, ubicada al sur del país.
El domingo 14 de abril, el Ministerio de Exteriores de Irán convocó a los embajadores del Reino Unido, Francia y Alemania debido a lo que calificaron como «posiciones irresponsables de algunos funcionarios de esos países» respecto a los ataques lanzados por Teherán contra Israel.
Los tres diplomáticos fueron recibidos por separado por el director general de Europa Occidental del Ministerio iraní, quien reiteró la determinación de Irán a defender sus intereses nacionales contra cualquier uso ilegal de la fuerza.
Además, la OTAN condenó la escalada de Irán y pidió moderación para evitar que el conflicto en Medio Oriente se descontrole. El primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó que aviones de la Fuerza Aérea del Reino Unido derribaron un número de drones iraníes en respuesta al ataque.
El papa Francisco lanzó un llamado urgente contra la espiral de violencia en la región y expresó su preocupación por el agravamiento de la situación en Israel.
