Este miércoles 22 de marzo, el ex primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson testificó en una audiencia “con el corazón en la mano” que Él jamás le mintió al Parlamento sobre unas supuestas fiestas realizadas durante el confinamiento en el despacho gubernamental, ya que éstas violaban las normas impuestas durante la pandemia.
Depende del resultado de esta audiencia, si la carrera política del ex inquilino del número 10 de Downing Street, podría empañarse o en el peor de los casos, finalizar.
Johnson fue interrogado por la Comisión de Estándares de la Cámara de los Comunes, quienes afirmaron que el primer ministro hizo comentarios engañosos al Parlamento sobre las fiestas en la época de pandemia, momento en el que se le pedía a todo el mundo permanecer en casa y evitar los espacios con muchas personas.
De ser encontrado culpable, el parlamentario podría ser suspendido del cargo o incluso podría perder su escaño.
La audiencia comenzó con el ex primer ministro jurando sobre una biblia afirmando: “Si alguien cree que yo estaba de fiesta durante el encierro, están totalmente equivocados”.
Además, durante la audiencia, Boris criticó amargamente a la comisión la cual tiene cuatro miembros conservadores y tres de partidos opositores por lo que afirmó que actuaba como “investigador, fiscal, juez y jurado”.
La comisión puede tardar horas en dar un veredicto, el cual llega en medio de un complicado momento ya que la carrera de este político está llena de escándalos y controversias.
Cuando aparecieron las primeras denuncias sobre las fiestas en pandemia tanto Johnson como su personal aseguraron que estaban acatando todas las normas.
En caso de que la comisión suspenda a Johnson de 58 años, esto probablemente termine con las esperanzas de que regrese al poder, luego de estar en el mayor cargo político en Reino Unido en 2019 cuando llevó a su partido a una victoria abrumadora en las elecciones, para luego ser derrocado por su propia gente en 2022 por escándalos de corrupción.
