¿Procrastinas? estas son las razones, y no es flojera

La procrastinación se ha asociado a la depresión y la ansiedad (Foto: GI)

Si alguna vez una persona ha postergado una tarea importante para ordenar los libros de su casa, no es justo denominarlo flojo, y no es que se fue a una fiesta o se puso a ver Netflix. Está ordenando sus libros, que no es pereza ni mala gestión del tiempo, es procrastinación.

Etimológicamente, “procrastinación” deriva del verbo en latín procrastināre, postergar hasta mañana. Sin embargo, es más que postergar voluntariamente. La procrastinación también deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.

La flojera no suele ser la razón detrás de la procrastinación, explicó Jenny Yip, psicóloga clínica y directora ejecutiva del Little Thinkers Center, con sede en Los Ángeles, quien ayuda a los niños con desafíos académicos.

"La pereza es algo como: 'No tengo absolutamente ningún deseo de pensar en esto'. La procrastinación es: 'Me molesta pensar en esto. Y, por tanto, me cuesta hacer el trabajo'. Es una gran diferencia".

Saber por qué se procrastina y aprender a combatirlo son las únicas formas de cambiar ese comportamiento, según afirman los expertos.

La procrastinación puede tener consecuencias prácticas, como retrasarse en el trabajo, no conseguir objetivos personales o tachar de la lista de tareas pendientes, recados como hacer la compra o enviar una carta. Pero también tiene repercusiones emocionales o mentales.

Se ha asociado a la depresión, la ansiedad y el estrés, a dormir mal, a una actividad física inadecuada, a la soledad y a dificultades económicas, según un estudio realizado en enero en más de 3.500 estudiantes universitarios.

Según La psicóloga Linda Sapadin autora del libro "How to Beat Procrastination in the Digital Age", hay cuatro tipos de procrastinadores: el perfeccionista, el preocupón, el soñador, y el desafiante.

A continuación se explican los tipos de procrastinadores, que no representan una camisa de fuerza, ya que una sola persona podría tener características de varios.

El perfeccionista y el preocupón

Un procrastinador suele ser un perfeccionista, dice Yip. "Como el perfeccionista necesita que las cosas se hagan a la perfección, con todos los puntos sobre las íes, requiere un esfuerzo insuperable. Y si no tiene un plan para completar la tarea, se perderá".

Los preocupones tienden a ser indecisos y a depender de los demás para que les aconsejen o les tranquilicen antes de tomar la iniciativa por sí mismos. También se resisten mucho al cambio y prefieren la seguridad de lo conocido.

Tanto los perfeccionistas como los preocupones pueden aplazar el inicio de las tareas por miedo al fracaso o a las críticas, afirma Itamar Shatz, investigadora de la Universidad de Cambridge, Reino Unido y creador del sitio web "Solving Procrastination".

El soñador

A un procrastinador "soñador" no le gustan los detalles logísticos que suelen ser necesarios para llevar a cabo un proyecto, explica Saripalli. "Les gusta tener ideas", añade. "Esas cosas son divertidas. Luego ejecutar esas visiones es algo difícil o aburrido".

Los soñadores también pueden considerarse personas para las que el destino intervendrá, haciendo que el trabajo duro proactivo y la eficiencia parezcan innecesarios.

Y, al igual que un perfeccionista, un soñador puede querer siempre algo mejor, afirma Yip. Por eso hay que entrenarse para diferenciar entre sueños y objetivos, y abordar los objetivos con seis preguntas: qué, cuándo, dónde, quién, por qué y cómo.

Se debe cambiar "pronto" o "un día" por tiempos concretos. Se recomienda escribir los planes en un calendario, especificando cada paso.

El desafiante

Las personas con procrastinación desafiante tienden a ver la vida en términos de lo que los demás esperan o exigen que hagan, no de lo que ellos quieren. Este pesimismo disminuye su motivación para completar las tareas.

Si se tiene esta mentalidad, hay que buscar formas positivas de sentir que se tiene el control, dice Shatz. Esforzarse por actuar en lugar de reaccionar e intenta trabajar con un equipo o supervisor, no en su contra.

"Los desafiantes no suelen sentirse preparados para mantener estas conversaciones con quienes consideran figuras de autoridad, o no creen que mantenerlas les vaya a reportar ningún beneficio o resultado positivo. Eso no es necesariamente cierto" agregó Shartz.

Táctica y estratégia

Sarpadin afirma que la clave para vencer la procrastinación es hacerse consciente de sí mismo, pero también señala que se necesitan estrategias para romper el hábito: "de lo contrario, seguiremos repitiendo las cosas" insiste.

"La estrategia que vas a emplear para vencer la procrastinación va a cambiar en función del propósito que la procrastinación está sirviendo para tí" afirma la psicóloga.

"La visualización funciona", explicó Jenny Yip. "Si puedes visualizarte a tí mismo completando una tarea, entonces se vuelve más alcanzable simplemente porque tienes la idea de que se puede hacer", subraya.

Al fin y al cabo, la forma de afrontar la vida "depende de tu sistema de creencias", afirma Yip. "Si crees que puedes, puedes. Si crees que no puedes, no puedes. Así que creas lo que creas, tienes razón".

Redacción
Redacciónhttp://lamoscanews.com
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