“El Club Universidad Nacional promueve el respeto y comportamiento íntegro, digno y profesional dentro y fuera de la cancha. No podemos permitir que la conducta de una persona perjudique nuestra filosofía de trabajo”, dijo Leopoldo Silva, presidente del equipo mexicano.
Alves viajó a Barcelona desde la semana pasada cuando su equipo, los Pumas de la UNAM, le dio un permiso para asistir al funeral de su suegra. En España el brasileño fue detenido por los Mosssos y trasladado a una comisaría para tomarle declaración.
El lateral, de 39 años, negó mantener relaciones sexuales no consensuadas con la joven, sin embargo, la declaración de la víctima ha sido “coherente y sólida”, según fuentes judiciales.
Las autoridades ya han analizado los indicios, como huellas y restos biológicos.
El ataque ocurrió la madrugada del 30 de diciembre pasado en Barcelona, España, cuando Alves acudió con un grupo de amigos a una lujosa y exclusiva discoteca de la capital catalana, Sutton. Ahí el futbolista abordó a la presunta víctima.
La invitó al baño donde ocurrió la presunta violación. La mujer alertó lo que ocurrió esa misma noche y fue atendida en un hospital en Barcelona. Dos días después, denunció lo ocurrido ante las autoridades catalanas.
La justicia determinó que Dani Alves poseía la capacidad económica para escapar y que carecía de arraigo en España y afronta penas graves de cárcel, las cuales pueden ir entre los 4 y los 12 años.