Cada día, se develan nuevas reglas en Qatar para quienes asistan al Mundial de Fútbol 2022. Ahora se hizo público que los aficionados deberán instalar dos aplicaciones obligatorias: Ehteraz y Hayya.
La Secretaría de Relaciones Exteriores del país anfitrión reveló que los aficionados deben registrarse en la página de Ehteraz, descargar la aplicación en su teléfono celular e incluir información sobre el estado de salud, la prueba PRC y toda la información relativa a las vacunas. Posterior a eso, los aficionados recibirán un código QR, que será solicitado desde la llegada al aeropuerto y un recaudo necesario para ingresar al país.
Hasta aquí no hay nada de qué preocuparse, pero expertos en ciberseguridad aseguran que esta app solicita accesos a zonas de los smartphones demasiado privadas: acceso para leer, borrar y/o cambiar todos los contenidos del dispositivo, conectarse a Wi-Fi o Bluetooth, tener prioridad sobre otras aplicaciones, ubicación exacta y capacidad de hacer llamadas directas o desactivar el bloqueo de pantalla.
La segunda aplicación obligatoria para todos los que ingresen al país es Hayya, que quiere decir “Vamos” en español.
Esta app sirve para encontrar y reservar estadías y hotelería en Doha, explorar detalles de interés sobre Qatar, solicitar entradas para los juegos y obtener información sobre los estadios.
Sin embargo, Hayya exige acceso para compartir información personal casi sin restricciones.
También, cuenta con el permiso para determinar la ubicación exacta del teléfono, evitar que el aparato entre en modo suspensión y ver las conexiones de red del dispositivo, es decir, tiene mucho poder e información importante de los usuarios.
De acuerdo con los expertos en ciberseguridad, estas aplicaciones representan un riesgo porque quienes las controlan tienen la oportunidad de conocer todo lo que hace el usuario o planea hacer durante su estadía, lo cual puede ser visto como una intromisión en asuntos personales y también un tema a considerar sabiendo las multas que tendrá Qatar 2022, el mundial más restrictivo de la historia.
“Cuídense hasta de ver pornografía en sus celulares”, se ha alertado, argumentando que en los alojamientos, podrían estar atentos a los contenidos que se consuman.