Según el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., (DHS, por sus siglas en inglés) más de 830 migrantes murieron intentando cruzar la frontera sur del país y cerca de 2,2 millones de personas indocumentadas fueron detenidas, lo que representa dos lamentables récords.
Señala el informe que los arrestos se mantuvieron altos incluso durante los meses en los que generalmente disminuyen. Además, algunos intentaron cruzar la frontera más de una vez.
Los migrantes que murieron en el intento de cumplir su “sueño americano” se incrementaron 36%, con respecto al año anterior.
Muchas de estas personas detenidas son de nacionalidad venezolana, a quienes las autoridades emitieron varias advertencias.
"La causa más común de muerte es insolación o deshidratación", explicó la forense Corinne Stern, a cargo de la principal morgue en el sur de Texas. Puntualizó que en más de 95% de los casos fronterizos de muertes, la víctima no tenía identificación.
Cabe destacar que, a 112 kilómetros de la frontera, en el pequeño condado de Brooks, el año pasado se hallaron 119 cadáveres: el 21% de todas las muertes fronterizas en 2021.
“Las organizaciones de traficantes están abandonando a los migrantes en áreas remotas y peligrosas, lo que lleva a un aumento en el número de rescates, pero también, trágicamente, a un aumento en el número de muertes”, aseguró la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Aun así, las cifras no siempre reflejan todas las muertes ocurridas, ya que otras agencias estatales y locales a veces recuperan cuerpos sin la participación de la Patrulla Fronteriza, lo que significa que la cantidad probablemente sea mayor.
En el año fiscal 2022, hubo más de 22 mil búsquedas y rescates a lo largo de la frontera sur de EE.UU., según CBP, un aumento de 12.833 en el año fiscal 2021.
“Los migrantes, refugiados y familias enteras están utilizando rutas más distantes y peligrosas para venir a los Estados Unidos”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
A medida que la crisis económica avanza en América Latina y el Caribe, más migrantes buscan suerte en el Norte, que, paradójicamente, también atraviesa un fuerte momento.