Santa Cruz, Bolivia, continúa aislada del resto del país debido a los cortes de rutas a manos de las autoridades locales y simpatizantes del gobernador opositor, Luis Fernando Camacho, arrestado el pasado miércoles por presunto terrorismo.
Bolivia recibió el 2023 en medio de enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos. Durante la noche del 31 de diciembre y la mañana del 1 de enero se han incendiado dos edificios pertenecientes al Estado, mientras las manifestaciones continúan multiplicándose exigiendo la liberación del gobernador.
El encarcelamiento de Camacho desató violentas protestas este fin de semana. Miles de personas arremetieron contra oficinas públicas y más de un centenar de manifestantes fueron arrestados.
“Vamos a seguir en las calles, las carreteras seguirán bloqueadas hasta lograr la libertad del gobernador y que se cumpla el debido proceso”, aseguró Stello Cochamanidis, vicepresidente del Comité Cívico de Santa Cruz, que ha convocado las protestas.
Los productores agropecuarios también se sumaron a las manifestaciones y anunciaron que no enviarán alimentos al resto del país, así lo comentó el dirigente del gremio, Eliazer Arellano. Cabe destacar que Santa Cruz es el motor económico de la nación porque es el principal productor de alimentos.
El presidente Luis Arce ha evitado hacer comentarios con respecto al arresto del líder opositor, y su ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, atribuyó las revueltas a ‘’grupos irregulares’’ opositores de Santa Cruz.
Castillo también ha publicado a través de su cuenta oficial de Twitter los arrestos que las autoridades bolivianas han concretado a raíz de las manifestaciones.
Por su parte, el gobernador escribió desde la cárcel una carta en la que dijo que había sido ‘’secuestrado’’ e invitó a sus seguidores a continuar con las manifestaciones y no dejarse doblegar por las autoridades. Además, responsabilizó al presidente Luis Arce de lo que pueda sucederle en los próximos días.
En este sentido, secretarios de Camacho publicaron a través de la cuenta oficial de Twitter del gobernador que este había sufrido una parálisis en sus músculos y nervios, por lo que se solicitaba un traslado inmediato de la cárcel en Chonchocoro al hospital más cercano, un hecho que ya fue desmentido por dos médicos de Camacho quien junto a las autoridades, le revisaron en el penal.
El gobernador de Santa Cruz fue arrestado por su presunta conspiración en el golpe de estado del 2019 que obligó al entonces presidente, Evo Morales, a dimitir tras casi 14 años en el cargo. Además, a Camacho se le acusa de encabezar las protestas de ese mismo año tras las elecciones generales, a las que calificó como ‘’fraudulentas’ sin presentar evidencia alguna.
Además, se le acusa de respaldar las protestas en la ciudad que comenzaron a finales de octubre y que inicialmente exigían que el gobierno hiciera a cabo un nuevo censo para este nuevo año.
La Fiscalía expidió seis meses de prisión preventiva para el líder opositor.