El estigma social de salir con una persona con discapacidad hace que se hable poco de los detalles de la vida de estas parejas, y que se sostengan prejuicios que son completamente infundados.
Una pareja se casó recientemente en una ceremonia íntima en su casa, y compartieron una foto del día del matrimonio en las redes sociales. «Soy increíblemente afortunada de estar casada con el mejor chico que conozco», dice el comentario de la foto.
Sin embargo, los comentarios fueron agresivos e hirientes, haciendo alusión a la discapacidad de Shane Burcaw, que padece atrofia muscular espinal y ha usado la silla de ruedas desde los dos años.
En cambio Hannah, no tiene una discapacidad, pero decidió unir su vida con la de Shane pese a los comentarios que iba a generar su unión.
«De verdad… ¿tiene ella otra pareja con la que tener sexo?», «¿él es rico o algo así?» o «Dios mío… esto debe estar retocado con Photoshop», fueron algunos de los comentarios vertidos en las redes.
La pareja de Minnesota señaló que la mayoría de los «haters» hacen ese tipo de comentarios porque están mal informadas y no conocen las dinámicas entre la discapacidad y las citas. «Nuestra sociedad nos dice que las personas con discapacidad no son dignas de ser pareja de alguien», dijo Hannah.
De acuerdo a una encuesta de 2014, el 44% de los británicos no consideraría tener relaciones sexuales con alguien que tuviera una discapacidad física, mientras que el 50% no descartaría la posibilidad.
Hannah, de 24 años, dice que aunque la discapacidad de Shane nunca la molestó, ella confesó que «nunca había conocido a nadie que usara una silla de ruedas o que tuviera una discapacidad física».
Otro testimonio es el de Charlie, que sufrió una parálisis cerebral debido a una falta de oxígeno en el cerebro a las 10 semanas de haber nacido por lo que ha tenido que usar una silla de ruedas porque tiene problemas de equilibrio en las extremidades inferiores.
Charlie tiene una relación de más de tres años con Gina, que afirmó no sentirse incómoda con su discapacidad.
La pareja se conoció en internet, y desarrollaron su relación en línea, cuando se conocieron en persona, ya estaban bastante comprometidos y la discapacidad no fue un impedimento.
Ambos tienen la particularidad de ser «pelirrojos», por lo que la percepción social es que los suelan asumir como hermanos, pero esto es debido a que para las personas es más fácil asumir que un discapacitado salga con su hermana que con su pareja.
«Creo que muchos de los malentendidos provienen de las personas que creen que ayudar a alguien discapacitado solo puede ser una tarea, el deber de un amigo o un asistente pagado», señaló Gina.
Por otra parte, Charlie señala que la gente piensa que su relación es unilateral y que Gina hace todo por él, pero el afirma que es todo lo contrario. «Sí, puede que me ayude físicamente día a día pero yo la apoyo en las luchas mentales y en la vida cotidiana».
«Las relaciones son relaciones. Tienen altibajos, responsabilidades, preocupación y comprensión del uno hacia el otro. Tener una discapacidad no cambia eso. Si tienes una relación con alguien con discapacidad, es solo eso», apuntó Charlie.
Gina destaca que ya está acostumbrada a las miradas de sorpresa y de compasión cuando menciona que su novio usa silla de ruedas, sin embargo, siempre responde con un cumplido a Charlie
Lo cierto es que como sociedad todavía muchos no ven a las personas con discapacidad como seres humanos plenamente realizados, con el mismo espectro de necesidades emocionales y físicas que cualquier otra persona.
Además, el cuidado de alguna forma debería existir en todas las relaciones románticas, tanto para personas con discapacidad como para personas sin ellas, de lo contrario, no se justificaría el compromiso entre dos personas.