Sarah Hunter Murray, terapeuta sexual, escribió en su libro «No siempre con ganas: la nueva ciencia de los hombres » en el que afirmó que es falso que los varones siempre quieran tener sexo (no importa, la hora ni con quién) y reveló que son muy vulnerables cuando son rechazados por sus parejas.
Para realizar su libro, realizó entrevistas a más de 200 hombres heterosexuales entre los 18 y los 65 años, casados o en relaciones a largo plazo, según publicó elconfidencial.com.
«Descubrió que para que los hombres realmente quieran tener sexo con sus parejas deben, al menos, sentir cierta conexión con ellas. Si, por ejemplo, habían discutido, simplemente no les apetecía practicarlo, por mucho que ellas sí quisieran. No sentían deseo sexual», destacó.
La experta también explicó que a medida que los hombres envejecen, disminuye su deseo. También afectan las relaciones a largo plazo, el estrés del trabajo, el cuidado de los niños, el pago de facturas, etc.
Conforme pasan de los 40 años- explicó la terapeuta- las relaciones en la cama dejan de ser una prioridad, pero eso no significa que dejen de querer a sus mujeres. «Simplemente lo que más importa por la noche no es un polvo rápido, sino el hecho de que mañana puedan estar descansados para ir a trabajar a primera hora. Esta sensación se incrementa con la edad».
Murray detalló además que ellos también quieren sentirse deseados. «Estamos tan acostumbrados a pensar que solo las mujeres son el objeto de deseo y que no es necesario que los hombres hagan nada para excitarse sexualmente que, cuando esto no sucede, nos frustramos», dijo.
Finalmente, explicó que los hombres se ponen muy vulnerables cuando son rechazados. «Curiosamente, muchos hombres aseguraron que les importa más la conexión emocional que la apariencia física en sus parejas. El atractivo no es, según los hombres, tan importante».
Queda en evidencia que la simplificación de que los hombres se pasan el día pensando en sexo es falsa. Debemos huir de esos estereotipos -por el bien de las relaciones de pareja- y estar conscientes de que hay otras cosas por las cuales a los hombres se les esfuma el deseo sexual.