Este domingo, el alto representante de la Unión Europea (UE) para asuntos Exteriores, Josep Borrell, informó que responderá "de una manera firme y proporcionada" a la escalada de la crisis diplomática con Nicaragua.
El diplomático señaló que las acciones del gobierno de Daniel Ortega agravarán “el aislamiento internacional” del país. Además afirmó que están considerando el camino apropiado a seguir, mientras lamentaron la expulsión de Bettina Muscheidt, la embajadora de la UE en la nación centroamericana, y la ruptura de las relaciones diplomáticas con Holanda.
“La Unión Europea lamenta profundamente y rechaza esta decisión injustificada y unilateral. La UE también lamenta profundamente la desproporcionada e injustificada decisión unilateral tomada el viernes por el gobierno de Nicaragua, de cortar los lazos diplomáticos con el reino de los Países Bajos y expresa su apoyo incondicional al gobierno holandés”, reza el comunicado divulgado por la Unión Europea.
El presidente Ortega ha señalado que su país es víctima de intervencionismo, pero en el caso de Holanda, lo acusó de suspender el financiamiento para la construcción de un hospital en el caribe nicaragüense, una decisión que el mandatario calificó de “miseria humana”.
“Y seguimos inaugurando hospitales, aun cuando en ocasiones salta la miseria humana. ¡La miseria humana de un país europeo, Holanda!”, declaró en un discurso.
Los Países Bajos, por su parte, ratificaron en su primer pronunciamiento esta decisión, y explicaron que obedece a un "compromiso con la defensa de los derechos humanos", lo que ya había provocado desde hace años la suspensión del proyecto.
El pasado miércoles, la cancillería de Nicaragua declaró persona no grata a la embajadora de la UE, Bettina Mucheidt, señalándole de "injerencia en la soberanía nacional", después que la UE exigiera al gobierno sandinista el cese a la represión y demandase la “devolución de la soberanía de Nicaragua a sus legítimos dueños”.