Al menos siete personas fallecieron este jueves tras el paso de un devastador tornado en el sur de los Estados Unidos, donde los feroces vientos afectaron a cientos de residencias y aumentaron la alerta de tormenta.
Las malas condiciones climáticas dejaron además a decenas de casas con daños significativos en su infraestructura, cortes de servicio eléctrico y daños de consideración en las principales vías del estado, lo que perjudicó directamente a más de 35 millones de personas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) informó que se registraron al menos 35 informes preliminares de tornados hasta la noche del pasado jueves, por lo que se prevé que las amenazas de clima severo se mantengan durante estos días, no solo en Alabama, sino en otros estados del sureste como Georgia, Mississippi y Kentucky.
Por su parte, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, informó en su cuenta de Twitter que declaró estado de emergencia en seis condados, incluyendo el de Autauga, en el cual fallecieron seis personas.
"Me apena descubrir que seis ciudadanos de Alabama han perdido la vida en las tormentas que han azotado nuestro estado", afirmó Ivey.
Horas más tarde se confirmó la muerte de un niño de cinco años en el condado de Butts, Georgia, después de que un árbol cayera sobre un automóvil, declaró la forense del condado, Lacey Prue, a CNN.
En la ciudad texana de Selma, se emitió una alerta temprana de tormenta y se les pidió a los habitantes de la zona que se alejen de las líneas eléctricas que se vieron afectadas por los fuertes vientos, mientras los equipos de respuesta rápida fueron trasladados a la zona del desastre para prestar asistencia.
Los tornados son fenómenos atmosférico ciclónico, de corta duración y extensión, pero gran intensidad, en el que una masa de aire gira sobre un eje a gran velocidad angular, teniendo su extremo inferior sobre la superficie terrestre y el superior en contacto por lo general, con una nube cumulonimbus.
Aunque son difíciles de prever, son relativamente comunes en Estados Unidos, en particular en el centro y el sur del país. Según registros del NWS, a finales del mes de noviembre, 36 tornados mataron a dos personas en Alabama.