La fiscalía japonesa acusó formalmente este viernes a Tetsuya Yamagami, único sospechoso de asesinar al exprimer ministro, Shinzo Abe, el pasado 8 de julio cuando pronunciaba un discurso político en la ciudad de Nara.
Luego de su arresto, el hombre de 42 años, pasó meses sometido a una evaluación psicológica en el Centro de Detención de Osaka, la cual determinó que está en condiciones de enfrentar un juicio.
Yamagami enfrenta cargos de asesinato y violación de las leyes de control de armas, por lo que podría enfrentar la pena de muerte.
Según los informes preliminares de las investigaciones realizadas por la policía, Yamagami admitió que disparó contra el alto funcionario nipón por su estrecha relación con la Iglesia de la Unificación, conocida por sus bodas masivas y tácticas agresivas para solicitar donaciones.
El sospechoso admitió a los investigadores que durante mucho tiempo había guardado rencor contra este grupo religioso que, a su juicio, fue el culpable de arruinar económicamente a su familia luego de obligar a su madre a realizar donaciones excesivas para la iglesia.
Medios nipones han publicado diversos reportajes sobre el pasado de Yamagami y los problemas que rodean con la Iglesia de la Unificación, conocida formalmente como la Federación de la Familia para la Paz y la Unificación Mundial.
Estos medios afirman que el padre de Yamagami se suicidó cuando este era joven, lo que llevó a su madre a unirse al movimiento religioso que, durante años, donó más de 770.000 dólares al grupo, incluidos los pagos de seguro que recibieron después de la muerte de su padre.
Durante su juventud, Yamagami, asistió a una escuela secundaria en la ciudad de Nara conocida por ser académicamente competitiva, sin embargo, no pudo asistir a la universidad por las excesivas donaciones que realizó su madre a la iglesia, que los dejaron casi en la pobreza extrema.
Años después, en el 2005, cuando pertenecía a la Fuerza de Autodefensa Marítima, Yamagami intentó suicidarse, para permitir el pago del seguro a sus hermanos menores, dentro de los cuales había uno que había perdido la visión de un ojo debido a un cáncer.
Todo esto llevó a Yamagami a culpar a la Iglesia de la Unificación por los problemas que atravesaba su familia, y que finalmente en el 2019, lo llevaron a realizar diversos ataques con cócteles molotov a los principales líderes de la iglesia. No obstante, cambió de parecer cuando vio una declaración del exprimer ministro en el 2021 felicitando al grupo religioso.
El asesinato de Shinzo Abe condujo a un intenso debate sobre los lazos entre religión y política en Japón, por lo cual, las autoridades anunciaron la semana pasada, una nueva ley para evitar la manipulación financiera de personas en nombre de los grupos religiosos.