El terror que se vivió este jueves en México tras la captura del hijo del Chapo Guzmán, Ovidio Guzmán, dejó un saldo de 29 personas fallecidas entre delincuentes y personal militar.
El secretario de Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval, dijo este viernes que 10 de los fallecidos eran militares y 19 delincuentes, además hay 35 militares heridos y 21 delincuentes detenidos.
Sandoval explicó que tras seis meses de trabajo de inteligencia, en la madrugada de este jueves 5 de enero, una patrulla de la Guardia Nacional se dirigió hasta la zona de Jesús María, donde ubicó seis camionetas con blindaje. Los miembros del crimen organizado se negaron a bajar para una revisión e iniciaron una agresión contra los efectivos federales.
Los escoltas de Ovidio López se refugiaron dentro de tres domicilios, desde donde continuaron el ataque contra la Guardia Nacional, empleando ametralladoras calibre 50, por lo que fue necesaria la intervención de un helicóptero Blackhawk para neutralizar a los equipos de seguridad del narcotraficante.
Los delincuentes emplearon armas de alto poder contra una de las aeronaves de esa secretaría, obligando a un aterrizaje forzoso, sin embargo, la pericia del piloto evitó que la tripulación sufriera un percance mayor.
Finalmente las fuerzas federales lograron detener a 19 presuntos agresores en uno de los domicilios de Jesús María, donde uno de ellos se identificó como Ovidio Guzmán, presunto líder de una facción del Cártel de Sinaloa.
Guzmán fue trasladado al mismo penal desde el que alguna vez se fugó su padre, el Chapo, en 2015.