Este jueves 10 de noviembre se realiza una manifestación social llamada “La toma de Lima” promovida por los sindicatos y organizaciones peruanas que apoyan la administración del Presidente Pedro Castillo y que protestan en contra de la vacancia presidencial.
La acción se realiza en los alrededores de la avenida Abancay, ubicada en el centro de Lima y los manifestantes exigen una nueva Constitución al Ejecutivo Nacional además de un cierre del poder legislativo que preside José Williams.
En esta jornada, las rutas de transporte Metropolitano tuvieron que cambiar su recorrido por la multitudinaria adhesión a la protesta.
Desde tempranas horas de la mañana, los manifestantes comenzaron a llegar a las inmediaciones del parlamento a pesar que la concentración se convocó para las 3 pm, hora local. En el lugar fueron recibidos por un cordón policial que les impidió el paso y luego de algunas diferencias entre las autoridades y los protestantes, comenzó el uso de gases lacrimógenos por parte de la policía.
Ante las amenazas de disturbios, el Congreso decidió suspender la sesión pautada para el jueves de acuerdo a un comunicado oficial publicado por el oficial Legislativo, José Cevasco.
A pesar de la suspensión de la sesión del día, las actividades dentro del Palacio Legislativo siguen funcionando con normalidad. Esto fue confirmado por el parlamentario José Cueto del Partido ultraconservador Renovación Popular, quien declaró que “no creía necesario que se detenga la labor del Congreso".