Georgy Polin, jefe del departamento consular de la Embajada de Rusia en Argentina, estimó que entre 2.000 y 2.500 rusas se mudaron a Argentina en 2022, muchas de las cuales, dijo, eran mujeres rusas que planeaban dar a luz en el país. “En el año 2023, ese número puede crecer a 10.000”, dijo el funcionario.
El llamado turismo de parto -práctica de viajar a otro país con el fin de dar a luz y obtener la ciudadanía para el niño- se ha popularizado en Argentina por algunas mujeres rusas que han decidido aprovechar que no se les exige visa para viajar al país suramericano.
“Si bien el concepto de turismo de maternidad no es nuevo, el aislamiento de Moscú del oeste como resultado de la guerra ha influido” asegura la nota publicada por The Guardian.
Polina Cherepovitskaya, una diseñadora de joyas que anteriormente residía en Moscú, dijo que había al menos ocho mujeres rusas embarazadas esperando delante de ella en la maternidad del hospital Sanatorio Finochietto, en Buenos Aires. Ella dio a luz en diciembre pasado.
Cherepovitskaya y su esposo, quienes abandonaron Rusia poco después de que comenzara la guerra en Ucrania, ahora planean quedarse en Buenos Aires y solicitar la ciudadanía argentina, un proceso que se simplifica porque ahora son padres de una hija argentina.
“Buenos Aires tiene demanda en este momento; es el único destino con el que trabajamos actualmente”, dijo Eva Pekurova, quien dirige una agencia que organiza los documentos de viaje, el alojamiento y las estadías en el hospital para las rusas embarazadas que dan a luz en el extranjero.
Una de las principales ventajas de un pasaporte argentino, dijo Pekurova, era que sus ciudadanos podían hacer viajes de corta duración a 171 países sin visa, incluidos la Unión Europea, el Reino Unido y Japón, mientras que obtener una visa estadounidense de larga duración “no era muy difícil".
La propia Pekurova dio a luz el año pasado en Buenos Aires y su experiencia positiva fortaleció aún más su deseo de ofrecer viajes al país.
Las mujeres rusas que se mudan a Argentina para dar a luz ahora pagan entre 1.000 y 10.000 dólares a intermediarios como Pekurova, que ofrecen servicios que van desde contratar traductores y ayudar con el papeleo hasta organizar sesiones de fotos con el bebé recién nacido.
Kirill Makoveev, el fundador de la agencia Baby.RuArgentina, dijo que solo su firma ayudó a más de 100 mujeres rusas y sus parejas en el último año.
Makoveev se mudó a Argentina en 2014 y trabajó primero como guía de viajes, pero dijo que rápidamente vio el potencial que tenía el país como destino de turismo de maternidad y fundó su agencia en 2018.
“Actualmente estamos reservados hasta mayo de 2023. También hay una lista de espera”, dijo Makoveev, y agregó que más de una docena de rusas embarazadas aterrizaba en la capital todos los días.
En un grupo de chat llamado Dar a luz en Argentina, en la aplicación de mensajería rusa Telegram, más de 3.000 miembros, en su mayoría futuras mamás, intercambian consejos sobre las mejores salas de maternidad en Buenos Aires o dónde obtener mejor fórmula para bebés.
Argentina ya tiene una historia de recibir inmigrantes rusos: a fines del siglo XIX, muchos judíos rusos, que huían de la pobreza y los pogromos, cruzaron el Atlántico navegando, mientras que una ola más pequeña de rusos llegó después del colapso de la Unión Soviética en 1991.